¿Busca formas de mantenerse sano este invierno? Hay numerosas medidas proactivas que puede tomar hoy para mejorar su salud en los próximos meses.
Cómo mantenerse sano este invierno
Desde vigilar lo que se come hasta hacer algunos pequeños cambios en el estilo de vida, se puede controlar la salud cuando el invierno hace su aparición.
Estas son algunas de las mejores cosas que pueden hacerse para reforzar la inmunidad, de modo que se mantenga un sistema inmunitario fuerte y se aguanten las enfermedades que son más frecuentes durante los meses de invierno.
La vitamina D en el punto de mira
No es raro que se registre una deficiencia de vitamina D durante el invierno. Como este nutriente se obtiene principalmente a través del sol, resulta más difícil ingerir cantidades suficientes cuando baja el termómetro. La buena noticia es que es posible asegurarse de que se obtiene una cantidad suficiente de este nutriente esencial tomando un suplemento. El cuerpo necesita cantidades suficientes de vitamina D para absorber el calcio, mantener el sistema inmunitario en niveles óptimos y mantener los huesos fuertes.
Reducir los niveles de estrés
Los estallidos breves de estrés son en realidad saludables para el organismo, ya que la liberación de cortisol que los acompaña puede servir para reforzar la inmunidad. Sin embargo, un exceso de estrés puede causar estragos en la salud. Hay varias maneras de reducir el estrés en nuestra vida. La meditación, el ejercicio y los actos de autocuidado son buenas técnicas para tratar de reducir el nivel de estrés y mejorar la salud este invierno.
Tomar prebióticos y probióticos
Muchas personas preocupadas por su salud han descubierto el poder de tomar prebióticos y probióticos. Los probióticos se definen como las bacterias buenas que viven en el cuerpo, ayudando a mejorar la inmunidad y a regular una serie de funciones digestivas y relacionadas. En cambio, los prebióticos son el alimento que estas bacterias necesitan para prosperar y desarrollarse. Aunque es una buena idea tomar un suplemento prebiótico y probiótico en todas las épocas del año, es especialmente importante durante la temporada de resfriados y gripe.
Dormir lo suficiente con intención
No se puede esperar que el cuerpo funcione a niveles óptimos si está privado de sueño. Dormir lo suficiente es una de las mejores cosas que pueden hacerse para evitar las enfermedades en los próximos meses. La falta de sueño no sólo aumenta la probabilidad de enfermar, sino que también puede dificultar la recuperación cuando uno enferma. La mayoría de los adultos necesitan entre siete y nueve horas de sueño para que el sistema inmunitario funcione a pleno rendimiento.
Mantenerse hidratado
Aunque mucha gente entiende la importancia de mantenerse hidratado durante los calurosos meses de verano, esto a menudo pasa a un segundo plano durante el invierno. Incluso si no se está sudando, se necesitan cantidades suficientes de agua para eliminar las toxinas dañinas del cuerpo. Es una buena idea acostumbrarse a llevar una botella de agua recargable para siempre tener algo que beber al alcance de la mano.
Practicar una buena higiene personal
Una cosa que la actual pandemia de COVID-19 ha puesto de relieve es que no hay nada que sustituya a una buena higiene personal. Lavarse las manos regularmente y evitar tocarse la cara es un buen comienzo. Esto ayudará a detener la propagación de gérmenes, lo que nos mantendrá sanos a nosotros y a todos los que nos rodean.
Mantenerse al día con los chequeos y las vacunas
Además de practicar una buena higiene personal, también hay que ser diligente para estar al tanto de las revisiones físicas periódicas. Esto incluye mantenerse al día con las vacunas recomendadas. No hay que descartar el poder de una simple vacuna contra la gripe para mantenerse sano este invierno.
Aunque suene a tópico, es cierto que una onza de prevención vale más que una libra de cura. El médico que nos atiende podrá ofrecernos la orientación necesaria.
Nutrir el cuerpo con alimentos integrales
No hay sustituto para una dieta nutritiva cuando se trata de mantenerse saludable. Los alimentos integrales deben ser la piedra angular de la dieta. Hay que asegurarse de consumir muchas frutas y verduras frescas, proteínas magras y cereales integrales. Al mismo tiempo, hay que tener cuidado con el consumo de alimentos procesados, azúcares refinados y alcohol. Como todo en la vida, una dieta saludable se basa en el equilibrio.
En marcha
No hay que dejar que el frío nos impida hacer ejercicio. Innumerables estudios de investigación señalan los beneficios del ejercicio regular para el sistema inmunitario. El ejercicio puede reducir los niveles de inflamación crónica, mejorar la respuesta inmunitaria y reducir el estrés. Todos estos factores influirán en la salud y el bienestar general a lo largo del invierno.