Está demostrado que hacer más ejercicio alarga la vida

Aunque mucha gente hace ejercicio para tener mejor aspecto después de entrenar, ponerse en forma es algo más que lucir bien en bañador. Se ha demostrado que hacer más ejercicio protege el corazón, mejora la función cerebral, reduce el apetito e incluso alarga la vida. Éstas son sólo algunas de las razones por las que deberías abandonar tus hábitos de teleadicto y ponerte en movimiento.

El ejercicio prolonga la vidaGetting More Exercise Proven to Increase Lifespan 1

La razón más convincente para hacer que el ejercicio sea parte de tu estilo de vida es que se ha demostrado que prolonga tu vida. Un estudio de 2019 de la Escuela Sueca de Deporte y Ciencias de la Salud de Estocolmo descubrió que el riesgo de mortalidad individual disminuye con el aumento de la actividad física. Estos resultados son los mismos independientemente de la edad, el sexo y el nivel de forma física general.

Incluso el ejercicio moderado puede conducir a una vida más larga. Sustituir solo 30 minutos de inactividad al día por actividad física puede alargar la vida. Un estudio de 2017 del Colegio de Médicos y Cirujanos Vagelos de la Universidad de Columbia en la ciudad de Nueva York encontró que aquellos que se sentaban durante menos de media hora a la vez tenían el menor riesgo de muerte prematura.

El estudio también demostró que es una buena idea levantarse cada 30 minutos para caminar un poco si tienes un trabajo sedentario. Esto puede reducir el riesgo de muerte prematura. La clave de la longevidad está en hacer ejercicio de forma regular.

El deporte protege el corazón

El ejercicio constante también puede mantener joven el corazón. Un estudio realizado por investigadores de la Universidad Johns Hopkins de Baltimore ha demostrado que nunca es demasiado tarde para proteger el corazón con ejercicio regular. Los resultados del estudio demostraron que 150 minutos semanales de actividad física de moderada a intensa en la mediana edad pueden reducir el riesgo de insuficiencia cardiaca hasta en un 31%.

Lo más sorprendente fue el hallazgo de que el inicio de una actividad moderada en la mediana edad puede reducir el riesgo de insuficiencia cardíaca en un 23%. Esto demuestra que nunca es demasiado tarde para iniciar una rutina de ejercicio, incluso si se empieza sin una actividad física regular. Incluso este importante cambio en el estilo de vida a una edad más avanzada puede tener efectos positivos.

El ejercicio mejora la función cerebral

No son pocas las investigaciones que demuestran que el ejercicio regular mejora la función cerebral. La actividad física y la sudoración pueden ayudar a ralentizar el envejecimiento normal del cerebro. El ejercicio también puede reducir las probabilidades de desarrollar un deterioro cognitivo leve (DCL).

Un estudio de la Facultad de Medicina Miller de la Universidad de Miami (Florida ) descubrió que las personas mayores que hacen ejercicio durante al menos 52 horas en un periodo medio de seis meses pueden aumentar la velocidad de procesamiento del cerebro. Esto facilita al cerebro el procesamiento de datos y la realización de tareas. Este beneficio se observó en ancianos sin deterioro cognitivo diagnosticado, así como en aquellos a los que se les había diagnosticado DCL. En comparación, los ancianos que hicieron ejercicio durante una media de sólo 34 horas en el mismo periodo no informaron de ningún beneficio.

Es importante señalar que, si bien existía una clara correlación entre la función cognitiva y la cantidad de ejercicio, la intensidad de la actividad no parecía influir. El ejercicio de menor intensidad fue tan eficaz para proporcionar beneficios como la actividad de mayor intensidad. Los beneficios se observaron independientemente de si la actividad era ejercicio aeróbico de alta intensidad, entrenamiento de fuerza o yoga.

El deporte frena el apetito

Muchas personas creen erróneamente que el ejercicio da más hambre. Sin embargo, numerosos estudios han demostrado que el ejercicio aeróbico reduce el apetito en general. Esto se debe al efecto del ejercicio sobre las hormonas que controlan el apetito.

Un estudio del Albert Einstein College of Medicine de Bronx, Nueva York, intentó explicar por qué se suprimía el apetito después del ejercicio. Los resultados sugieren que la mayor cantidad de calor corporal que se produce como consecuencia de la actividad física ayuda a estimular ciertos receptores del cerebro que reducen las ansias de comer.

Más ejercicio es valioso en todos los sentidos

Todas estas razones apuntan al hecho de que hacer más ejercicio es beneficioso en muchos sentidos que van mucho más allá del mero hecho de tener buen aspecto. Aunque es comprensible que quiera mantener un peso saludable para poder ponerse su ropa favorita, estas otras razones le motivarán aún más para seguir con su programa. Le debes a tu salud física y mental la incorporación consciente del ejercicio regular a tu rutina diaria.

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