Una nueva investigación sobre la demencia identifica factores de riesgo hasta ahora desconocidos

Cuidar a un ser querido con demencia puede ser una experiencia insoportable para todos los implicados. Esta enfermedad debilitante priva a la persona de sus facultades mentales a medida que empeora. No es de extrañar que los científicos sigan dedicando abundantes recursos a descifrar el código de la demencia. Ahora, una serie de nuevas investigaciones sobre la demencia están ayudando a arrojar un poco de luz sobre los factores de riesgo para desarrollar esta forma de deterioro cognitivo progresivo.

¿Qué es la demencia?

New Dementia Research Identifies Previously Unknown Risk FactorsLa demencia describe un conjunto de síntomas que afectan a la cognición, la memoria y la interacción social hasta el punto de perturbar la vida cotidiana. Hay varios tipos de demencia. Los tipos más comunes de demencia progresiva son la enfermedad de Alzheimer, la demencia con cuerpos de Lewy, la demencia vascular y los trastornos frontotemporales. Se calcula que entre el 15 y el 20% de las personas mayores de 65 años sufren algún tipo de deterioro cognitivo leve. Este tipo de deterioro leve suele ser un precursor de tipos más formales de demencia diagnosticada.

No se sabe por qué los casos confirmados de demencia se han más que duplicado en los últimos 25 años. En 1990, había 20,2 millones de casos confirmados de esta enfermedad mental. En 2016, esta cifra se disparó a 43,8 millones. La enfermedad de Alzheimer representa aproximadamente el 60-70% de todos los casos de demencia.

Es importante tener en cuenta que la demencia es diferente del deterioro cognitivo normal que conlleva el envejecimiento. También hay que decir que no todas las personas que experimentan un deterioro cognitivo leve a medida que envejecen acaban desarrollando una demencia. Algunas personas pueden incluso ver aliviados los síntomas de este deterioro en sus últimos años.

Examen de la nueva investigación sobre la demencia con biomarcadores sanguíneos

Dado que la demencia no puede revertirse, los investigadores médicos se han centrado cada vez más en aprender a predecir las probabilidades de que una persona desarrolle la enfermedad para poder descubrir fármacos que la traten de forma agresiva antes de que se arraigue.

Uno de los avances más prometedores de esta investigación proactiva es el descubrimiento del biomarcador sanguíneo dimetilarginina asimétrica (ADMA, del inglés Asymmetric Dimethylarginine). Esta molécula circula por la sangre y reduce la cantidad de óxido nítrico sintetizado por determinadas células presentes en el revestimiento de los vasos sanguíneos.

Los científicos saben ahora que los niveles bajos de óxido nítrico están relacionados con el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer. Otros estudios también han demostrado una conexión entre las altas concentraciones de ADMA y el consiguiente deterioro cognitivo.

¿El ruido del vecindario contribuye a la aparición de la demencia?

Aunque la nueva investigación sobre la demencia en torno a los biomarcadores sanguíneos está claramente relacionada con un factor biológico, también hay factores ambientales que pueden influir en el aumento del riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer. Un nuevo estudio muestra que los adultos mayores que viven en vecindarios ruidosos pueden tener un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer u otros subconjuntos de demencia a medida que envejecen.

El estudio examinó los índices de demencia de las personas que viven en el lado sur de Chicago. Lo que descubrieron fue que los adultos mayores que estaban sometidos a 10 decibelios ponderados A más de ruido durante las horas del día tenían un 36 por ciento más de posibilidades de desarrollar un deterioro cognitivo leve. Este mismo grupo también demostró tener un 29 por ciento más de posibilidades de desarrollar la enfermedad de Alzheimer.

Los científicos creen que este elevado riesgo puede atribuirse a las alteraciones de los patrones de sueño que pueden afectar a la salud en general. Otra explicación es que la contaminación acústica puede acelerar la producción corporal de beta-amiloide, una proteína conocida por contribuir al Alzheimer.

Cómo mantener la salud cognitiva al envejecer

Aunque no hay nada definitivo que pueda hacerse para prevenir la demencia, hay cosas para evitar el deterioro cognitivo natural a medida que se envejece. He aquí algunas medidas que pueden tomarse para proteger la mente con la edad.

Ejercicio

Además de mantener el cuerpo funcionando a niveles óptimos, mantener una rutina de ejercicio regular a medida que se envejece también puede proteger el cerebro y la función de la memoria.

Dieta adecuada

Los médicos llevan mucho tiempo pregonando los beneficios de una dieta de estilo mediterráneo como herramienta para frenar la progresión de la demencia. Esta dieta es rica en verduras y frutas, aceite de oliva, cereales integrales, legumbres, frutos secos y cantidades moderadas de pescado, aves magras y productos lácteos.

Relaciones sociales

Aunque es admirable querer cuidar la salud mediante el ejercicio, la dieta y el sueño de calidad cada noche, la forma de alimentar el alma con las relaciones también tiene un profundo efecto en la salud mental. Ser diligente a la hora de participar en actividades sociales y fomentar conexiones significativas con los demás hará que sea menos probable experimentar un deterioro cognitivo.

Estimulación mental

New Dementia Research Identifies Previously Unknown Risk Factors 1Además de alimentar la mente a través de las conexiones sociales, también se puede estimular el cerebro mediante ejercicios mentales. Las investigaciones han demostrado una relación entre los ejercicios mentales y un menor riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer. Entre las buenas actividades para estirar el cerebro están la lectura, los rompecabezas, los juegos de cartas y la música.

Suplementos

Por último, tomar un suplemento dietético de alta calidad que apoye la salud cognitiva promoverá una función cerebral saludable y contribuirá en gran medida a darle al organismo lo que necesita para mantener una agudeza mental intacta durante el mayor tiempo posible.

Aunque esta nueva investigación sobre la demencia no ofrece una cura o un tratamiento para la enfermedad, sí ayuda a los científicos a comprender algunas de las razones por las que una persona puede desarrollar esta afección. Cuanto más se aprenda sobre esta terrible enfermedad, mayor será la probabilidad de que la comunidad médica encuentre formas de vencerla en el futuro.

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