La “hormona de la felicidad”, la serotonina, regula el control de los impulsos y la paciencia

La serotonina es una sustancia química del cerebro que afecta a la actividad cerebral, el estado de ánimo, las características de las plaquetas de la sangre y el funcionamiento del intestino. La investigación ha descubierto que la serotonina regula el control de los impulsos y la paciencia, lo que sugiere que las dificultades con cualquiera de ellos podrían estar relacionadas con niveles bajos de serotonina.

¿Qué es la serotonina?

"Happy Hormone" Serotonin Regulates Impulse Control and PatienceDependiendo de cómo la utilice el organismo, la serotonina puede actuar como neurotransmisor o como hormona. Funciona ayudando a las células nerviosas a comunicarse entre sí y, de este modo, permite al cerebro regular el estado de ánimo y la salud emocional. La serotonina también favorece la comunicación entre el cerebro y el intestino en lo que respecta a la regulación del apetito y el proceso digestivo.

La serotonina se produce tanto en el intestino como en el cerebro. Debe producirse en dos lugares porque no puede atravesar la barrera hematoencefálica. Dado que la serotonina que necesita el cerebro para regular el estado de ánimo debe estar presente en el propio cerebro, la serotonina no puede tomarse directamente en forma de suplemento para este fin. La única manera de aumentar la producción de serotonina en el cerebro es ingiriendo las materias primas que el cerebro necesita para una producción saludable de serotonina.

Una vez ingerida a través de los alimentos o en forma de suplemento, la serotonina llega al intestino grueso. Desde allí, puede ser utilizada por las plaquetas de la sangre y también puede ser absorbida por el sistema nervioso central. Esto permite que la serotonina desempeñe otras funciones además de las que tiene en el cerebro. Por ejemplo, investigaciones anteriores sugieren que la serotonina en el cuerpo desempeña un papel en la protección contra las enfermedades degenerativas. Afecciones como la pérdida de masa ósea pueden prevenirse o ralentizarse gracias a la presencia de serotonina en el intestino.

Una nueva investigación revela que la serotonina regula el control de los impulsos y la paciencia

Al examinar más de cerca cómo la serotonina afecta a la actividad cerebral, una nueva investigación ha descubierto que la serotonina regula el control de los impulsos y la paciencia. En el estudio se descubrió que dos áreas distintas del cerebro trabajan juntas para regular la paciencia y, en particular, para permitir el control de los impulsos. El elemento clave de este proceso es la serotonina, que permite que estas áreas del cerebro se comuniquen entre sí.

En un estudio conjunto anterior realizado por el Instituto Psiquiátrico del Estado de Nueva York y el Centro Médico Irving de la Universidad de Columbia, los investigadores observaron una deficiencia de serotonina en ratones que mostraban un escaso control de los impulsos. Esta investigación anterior condujo a un estudio más centrado en la forma exacta en que el cerebro controla el comportamiento impulsivo y promueve la paciencia en la respuesta a los estímulos. El segundo estudio se realizó en Japón y se centró en tres áreas específicas del cerebro que, cuando están traumatizadas, provocan una incapacidad para evitar los comportamientos impulsivos. Por ello, los investigadores creen que la paciencia y el control de los impulsos se gestionan en una o varias de estas áreas.

El estudio consistió en medir la liberación de serotonina en ratones al exponerlos a la fotoestimulación. Para que los investigadores pudieran medir las respuestas, se insertaron fibras ópticas en el NAc (núcleo accumbens), el OFC (córtex orbitofrontal) y el mPFC (córtex prefrontal medial) del cerebro de cada ratón. Algunos de los ratones recibieron una estimulación lumínica que promovía la producción de serotonina cuando recibían comida, mientras que los ratones de otro grupo no recibieron ninguna estimulación.

Cuando se estimularon las áreas cerebrales OFC o DRN (núcleo del rafe dorsal), los ratones mostraron un mayor control de los impulsos. Sin embargo, la estimulación del área NAc apenas produjo cambios en la paciencia de los ratones. La estimulación de la región mPFC también aumentó la paciencia y el control de los impulsos, pero sólo cuando los ratones no estaban anticipando la comida.

Como resultado de estos hallazgos, los investigadores creen que la serotonina ayuda a aumentar la paciencia sólo cuando los ratones sabían que una recompensa llegaría en algún momento, pero no sabían cuánto tiempo tardaría. Los investigadores también concluyeron que la serotonina desempeña un papel importante en el control del comportamiento agresivo.

Al ayudar a aislar las zonas del cerebro que se ven afectadas por la estimulación de la serotonina, este estudio puede iniciar futuros estudios con la intención de desarrollar un tratamiento basado en la serotonina para el trastorno bipolar y otras enfermedades de la salud emocional.

¿Cómo se puede aumentar la serotonina de forma natural?

Cambiar la dieta

"Happy Hormone" Serotonin Regulates Impulse Control and Patience 1Es posible ayudar al cerebro a producir más serotonina cambiando los alimentos que se consumen. Aunque el consumo de alimentos que contienen serotonina no aumenta los niveles de serotonina en el cerebro, comer alimentos ricos en un aminoácido llamado triptófano puede promover la producción de serotonina.

El triptófano atraviesa la barrera hematoencefálica cuando se consume con alimentos ricos en carbohidratos. Una vez en el cerebro, el triptófano es utilizado por éste para producir serotonina. Algunos ejemplos de alimentos ricos en triptófano son el pavo, el pollo, los frutos secos, las semillas, los productos lácteos, el atún y el salmón.

Exponerse a más luz solar

El cuerpo funciona con un reloj biológico llamado ritmo circadiano. Cuando el cerebro percibe la luz del día, empieza a liberar serotonina para promover la energía. Por eso las personas que permanecen en casa la mayor parte del día se sienten fatigadas o cansadas. Es necesario recibir al menos una hora de luz del día cada mañana para ayudar a restablecer el ritmo circadiano.

Hacer más cardio

Al hacer ejercicio, el cuerpo y el cerebro producen más triptófano y otros aminoácidos esenciales para la producción de serotonina. Los ejercicios cardiovasculares son especialmente eficaces para hacer que el cerebro produzca más serotonina, así que hay que intentar hacer una caminata rápida, correr, nadar o montar en bicicleta cada día. Al realizar una variedad de estos ejercicios, se trabajarán más grupos musculares, además de ayudar al cerebro a producir más serotonina.

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