Cómo afectan los bloqueos de COVID-19 al sistema inmunitario

En el pasado, se reveló que los encierros y el autoaislamiento de COVID-19 contribuyeron a un aumento de los problemas de salud emocional. Si bien esto es preocupante en sí mismo, una preocupación adicional ha sido que estas prácticas también pueden haber tenido efectos adversos en la salud física al comprometer la fuerza del sistema inmunológico en ciertos casos. Obtenga más información sobre cómo los bloqueos de COVID-19 afectan al sistema inmunitario.

Una nueva investigación examina cómo los bloqueos de COVID-19 afectan al sistema inmunitario

How COVID-19 Lockdowns Affect the Immune System 1La forma en que los bloqueos de COVID-19 afectan al sistema inmunitario se ha convertido en una preocupación común entre muchas personas en los últimos tiempos. La preocupación es que el aislamiento y el distanciamiento social podrían estar contribuyendo a una mala salud del sistema inmunitario al impedir que las personas se expongan a las bacterias, los virus y los gérmenes que, de otro modo, obligarían al sistema inmunitario a mantener unas defensas más fuertes.

Afortunadamente, los encierros y el aislamiento no deberían hacer que el sistema inmunitario pierda los conocimientos que ha adquirido en el pasado, por lo que no hay razón para creer que el cuerpo ya no será capaz de luchar contra los microbios causantes de enfermedades. Cuando un individuo llega a la edad adulta, el cuerpo ya ha aprendido a luchar contra las amenazas comunes para la salud. Incluso después de un periodo de encierro y autoaislamiento, el sistema inmunitario de los adultos sanos debería ser lo suficientemente fuerte como para eliminar la mayoría de las agresiones microbianas comunes.

La historia es un poco diferente para los niños. Cuando los bebés nacen, tienen el sistema inmunitario necesario para luchar contra las enfermedades, pero la falta de exposición a las sustancias microbianas hace que la inmunidad del niño no esté completamente desarrollada. Los niños pequeños necesitan estar expuestos a bacterias, gérmenes y otras amenazas para que su sistema inmunitario aprenda a combatirlas. Los médicos creen que una menor exposición a estas agresiones a través de entornos de juego y aprendizaje más higiénicos podría ser la causa del aumento de la incidencia de eczemas, fiebre del heno, asma y otras afecciones respiratorias.

En resumen, la exposición a las amenazas microbianas no es tan necesaria para mantener la inmunidad como mucha gente cree. Esta exposición es esencial durante el embarazo y los primeros meses de la infancia, pero se vuelve menos importante a medida que el niño crece. En cambio, una buena higiene y un entorno sanitario son más útiles para el sistema inmunitario a medida que los niños se hacen más grandes. La profesora Sally F. Bloomfield añade que es imposible mantener un entorno completamente libre de microbios peligrosos, independientemente de la frecuencia con la que los padres limpien. En cuanto se eliminen esos microbios, aparecerán más para contaminar la misma superficie.

La respuesta es que la exposición moderada a los microbios es beneficiosa para la inmunidad, pero las buenas prácticas de higiene también son importantes. Por ejemplo, llevar a la familia a un “paseo de encierro” diario para hacer algo de ejercicio es una buena manera de mantenerse a salvo pero también de exponerse a un ambiente al aire libre. Incluso dejar que los niños pequeños jueguen con sus amigos en un parque infantil puede ser beneficioso; sólo hay que asegurarse de que se laven las manos tan pronto como lleguen a casa. A medida que se realicen más estudios sobre cómo los bloqueos por COVID-19 afectan al sistema inmunitario, los investigadores esperan encontrar más información sobre cómo los bloqueos, el distanciamiento social y el autoaislamiento afectan a los bebés no nacidos y a los niños adolescentes.

Formas naturales de reforzar el sistema inmunitario

Para mantener el sistema inmunitario fuerte en un mundo post-CV, hay muchas formas naturales de reforzarlo. He aquí algunas sugerencias que pueden ponerse en práctica con toda la familia para ayudar a mantener a cada uno sano y salvo.

Regular el ritmo circadiano

El ritmo circadiano es el reloj biológico que gestiona los distintos sistemas de todo el cuerpo. Una nueva investigación ha descubierto que también regula la liberación de micrófagos, que son células inmunitarias que atacan a las bacterias no deseadas en todo el cuerpo.

Cuando se interrumpe el ritmo circadiano, los microfagos no pueden luchar adecuadamente contra los microbios causantes de enfermedades. Por ello, las personas con patrones de sueño irregulares tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2, síndrome metabólico, cáncer y otras enfermedades degenerativas.

Las proteínas liberadas por el sistema circadiano ayudan a regular la producción de enzimas y hormonas que, a su vez, afectan al funcionamiento del sistema inmunitario. Sin embargo, las proteínas positivas que regulan este sistema a veces son bloqueadas por proteínas negativas. Este bloqueo se mantiene hasta que las proteínas negativas se degradan. Esto puede crear rápidamente un ciclo en el que las proteínas positivas y negativas interactúan continuamente, impidiendo que las positivas funcionen. Los investigadores creen que estos descubrimientos confirman que nuestro ritmo circadiano desempeña un papel clave para mantener el funcionamiento óptimo de nuestro sistema inmunitario.

Dormir mejor

Si bien es cierto que el sueño es importante para la salud, es específicamente vital para la producción de células T. Éstas son las células que el sistema inmunitario envía a los ganglios linfáticos, donde se les asignan tareas específicas. En estudios realizados sobre el sueño, se descubrió que las personas a las que se les negaba el sueño presentaban una deficiencia de células T. Las células T contienen memoria, lo que les permite aprender a combatir amenazas específicas y almacenar esa información para su uso futuro.

Para mantener un mayor recuento de células T, se puede mejorar la calidad del sueño con los siguientes consejos:

  • Dejar de tomar cafeína desde seis horas antes de acostarse.
  • Apagar el dispositivo móvil desde una hora antes de acostarse.
  • Sustituir la ropa de cama rasposa o incómoda.
  • Crear una atmósfera de descanso subiendo el aire acondicionado, usando tapones para los oídos y poniéndose un antifaz para dormir.
  • Realizar una actividad relajante, como tomar un baño caliente, meditar o practicar yoga.
  • Tomar un suplemento para dormir que contenga melatonina.

Otros métodos para potenciar la inmunidad

How COVID-19 Lockdowns Affect the Immune SystemHay muchas más formas de estimular naturalmente el sistema inmunitario, como:

  • comer más alimentos de origen vegetal
  • dejar de fumar
  • reducir el consumo de alcohol
  • reducir el consumo de azúcares refinados, grasas trans y colesterol
  • hacer ejercicio durante 30 minutos cada día

Y si la fortaleza del sistema inmunitario sigue siendo motivo de preocupación, hay que hablar con el médico. El médico de atención primaria estará familiarizado con el historial médico del paciente, lo que permitirá aportar información adaptada a cada situación. Con la orientación del médico, es posible asegurarse de vivir una vida más larga y saludable.

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