Una nueva perspectiva sobre el envejecimiento y la enfermedad

Durante siglos, los científicos han formulado hipótesis sobre la conexión entre el envejecimiento y la enfermedad. Pero, ¿y si el propio envejecimiento debiera tratarse como una enfermedad?

Nuevas investigaciones sugieren que tratar el proceso de envejecimiento como una enfermedad podría suponer grandes ventajas tanto para los problemas graves de salud como para la economía. La pregunta sigue siendo: ¿Cómo puede el campo de la medicina empezar a aportar soluciones que combatan las causas profundas del envejecimiento para que los seres humanos puedan vivir más tiempo y con más salud?

Conexión entre envejecimiento y enfermedad

A New Perspective on Aging and Disease 1El envejecimiento se define como los cambios biológicos naturales que se producen con el tiempo. A medida que el cuerpo envejece, inevitablemente comienza a descomponerse. Con el avance de la edad, la oxidación celular y los procesos inflamatorios crónicos comienzan a aumentar el riesgo de una miríada de dolencias crónicas. Algunas de las más comunes son el cáncer, las enfermedades cardíacas, el deterioro mental y la diabetes de tipo 2.

Los profesionales de la salud han tratado tradicionalmente las enfermedades y dolencias a medida que se presentaban. Este enfoque reactivo ha sido una norma en la atención médica durante siglos. Sin embargo, una nueva investigación, publicada en el número del 5 de julio de Nature Aging, demuestra los beneficios de tratar el envejecimiento como la propia enfermedad.

El estudio no sólo analizó los beneficios para la salud de un enfoque más proactivo para combatir el envejecimiento, sino que también examinó las repercusiones económicas de este tipo de ideología. Los resultados sugieren que hay beneficios cuantificables al alejarse de un enfoque reactivo y buscar la raíz de algunas de las enfermedades y aflicciones de salud más comunes.

Ventajas específicas de un enfoque más proactivo

La ventaja más evidente de adoptar un enfoque proactivo para tratar el envejecimiento como una enfermedad es que proporciona inmensos beneficios para la salud. En concreto, las intervenciones sanitarias con la intención de retrasar el proceso de envejecimiento pueden aumentar la vida útil y proporcionar una mayor calidad de vida en el proceso.

En lugar de reaccionar ante una enfermedad que ya ha echado raíces, este enfoque utiliza medidas preventivas específicas para retrasar la fragilidad que conlleva la edad. Intentar prevenir los problemas de salud antes de que empiecen también conducirá a una vida más sana en general. Por ejemplo, las personas sanas son mucho menos propensas a sufrir otros problemas médicos y enferman con menos frecuencia.

El estudio también descubrió que el tratamiento del envejecimiento como una enfermedad tenía importantes efectos económicos. Los datos revelaron que aumentar la esperanza de vida media en 2,6 años podría ahorrar 83 billones de dólares. Esto se debe a que los estadounidenses gastan aproximadamente el 17% de todos los gastos sanitarios en el último año de vida y en los problemas de salud que conlleva esta época.

Según un estudio reciente del Departamento de Salud y Servicios Humanos (DHHS, del inglés Department of Health & Human Services), una persona que vaya a cumplir 65 años puede prever que necesitará entre 142.000 y 176.000 dólares para gastos de atención sanitaria a largo plazo en el momento de su muerte. Además, el 15 por ciento de los estadounidenses mayores de 65 años se verá obligado a lidiar con al menos dos discapacidades en 2065. Estas discapacidades aumentan la posibilidad de que una persona necesite asistencia en vida al entrar en sus años dorados.

La comprensión de estos datos demuestra que combatir estos problemas antes de que se conviertan en un problema de salud grave puede ahorrar a una persona una cantidad significativa de dinero en sus últimos años.

Cómo ralentizar el proceso de envejecimiento

Aunque el envejecimiento es inevitable, hay medidas que se pueden tomar para ralentizar este proceso y aprovechar al máximo la juventud. Hay una serie de medidas obvias que pueden tomarse para mitigar los efectos del envejecimiento, como comprometerse a comer de forma saludable, hacer ejercicio con regularidad, estar al tanto de todas las citas y pruebas médicas de atención preventiva, usar protección solar y evitar hábitos de vida poco saludables como fumar y beber.

También están saliendo a la luz multitud de nuevas investigaciones sobre el resveratrol, uno de los nutrientes más prometedores que ha demostrado desacelerar el envejecimiento. Este compuesto actúa contra la inflamación y la oxidación celular, dos de las causas más comunes del envejecimiento. Un estudio de la Escuela de Medicina de Harvard reveló cómo el resveratrol estimula la producción de SIRT1. Esta enzima acelera los centros de energía naturales del cuerpo situados en las células, mitigando la formación de enfermedades y otros males.

A New Perspective on Aging and DiseaseEntre los alimentos ricos en resveratrol se encuentran el vino tinto, los cacahuetes, los pistachos, las uvas, los arándanos, los arándanos rojos, el cacao y el chocolate negro.

Aunque no se puede evitar el envejecimiento, hay cosas que se pueden hacer hoy para ralentizar este proceso inevitable. Tratar esta etapa de la vida como una enfermedad y tomar las medidas preventivas adecuadas puede ayudar mucho a aprovechar más la vida en lo que se refiere a cantidad y calidad.

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