El consumo diario de café puede ralentizar el envejecimiento biológico en enfermedades mentales

Investigadores que estudiaban a personas con trastornos psiquiátricos graves descubrieron que consumir hasta cuatro tazas de café puede tener un efecto positivo, ya que puede ayudar a ralentizar el proceso de envejecimiento biológico en personas con dichas afecciones. El estudio sugiere que esta cantidad de café se asocia con telómeros más largos, que son indicadores del envejecimiento celular, y puede dar lugar a una prolongación de la vida biológica de hasta 5 años en comparación con las personas que no beben café, según las conclusiones publicadas en la revista de acceso abierto BMJ Mental Health.

Sin embargo, estos beneficios potenciales no se encontraron en el estudio cuando el consumo de café superaba este nivel. El límite de 3-4 tazas es la cantidad máxima diaria recomendada por varias autoridades sanitarias importantes, como el NHS y la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA).

Por qué el café es tan atractivo para muchos

El café es una de las bebidas más populares del mundo. Se calcula que cada día se consumen en el mundo más de 2.250 millones de tazas de café. En muchos países, forma parte de la rutina diaria de los adultos: en EE.UU., por ejemplo, alrededor del 66% de los adultos toman café a diario, y de media estos consumidores habituales beben unas tres tazas al día. En Europa también hay innumerables amantes del café. Según una encuesta reciente, alrededor del 92% de los alemanes beben café con regularidad.

El café también sigue siendo muy popular en Austria: según una encuesta reciente, los austriacos beben una media de unas 2,75 tazas al día, con un total de más de 1.000 tazas al año. El consumo es especialmente elevado entre las personas de 50 a 59 años, con una media de más de tres tazas al día. Esto demuestra que Para muchos, el café es algo más que una bebida: forma parte de la vida cotidiana, es un ritual y, a menudo, el primer paso de la mañana.

El aroma, el sabor, el ritual: el café tiene un fuerte significado cultural. Pero más allá del placer: el café contiene entre cientos y miles de sustancias bioactivas: Vitaminas, minerales, ácidos, aceites y multitud de antioxidantes. Un ingrediente clave es la cafeína, conocida por su efecto energizante: sólo 15-30 minutos después de su consumo, la cafeína puede reducir el cansancio, aumentar el estado de alerta y la concentración y durar varias horas. Pero el café puede ser algo más que un simple estimulante: en las últimas décadas, la investigación ha demostrado que el consumo moderado de café puede asociarse a diversos beneficios para la salud, especialmente cuando se consume con moderación (a menudo se indica de 3 a 5 tazas al día).

Telómeros, enfermedades mentales y por qué son importantes

Los telómeros se sitúan en los extremos de los cromosomas y funcionan de forma parecida a los capuchones de plástico de los cordones de los zapatos que evitan que se deshilachen. Según los investigadores, aunque los telómeros se acortan de forma natural con la edad, este proceso parece progresar más rápidamente en personas con enfermedades psiquiátricas graves como la psicosis, la esquizofrenia y el trastorno bipolar.

Dado que los telómeros responden a influencias ambientales como la dieta, el equipo investigó si el consumo moderado de café podía ralentizar el acortamiento de los telómeros en personas con trastornos mentales graves. El café se asocia a diversos beneficios para la salud cuando se consume con moderación, lo que lo convierte en un área de estudio lógica.

Participantes en el estudio y hábitos cafeteros

El estudio analizó a 436 adultos que participaron en el estudio noruego Thematically Organised Psychosis (TOP) entre 2007 y 2018. De estos participantes, 259 tenían esquizofrenia y 177 tenían trastornos afectivos, incluido el trastorno bipolar y el trastorno depresivo mayor con psicosis.

Los participantes informaron sobre su consumo diario de café y se clasificaron en cuatro grupos: cero (44 personas), 1-2 tazas, 3-4 tazas (110 personas) y 5 o más tazas. También se les preguntó por su hábito de fumar y la duración del mismo. Los que bebían 5 o más tazas al día tendían a ser mayores que los que no bebían nada o sólo 1-2 tazas. Los participantes con esquizofrenia también consumían más café de media que los participantes con trastornos afectivos.

Fumar afecta a la rapidez con la que el organismo procesa la cafeína. Alrededor de tres cuartas partes del grupo (77%; 337 personas) eran fumadores con un historial medio de tabaquismo de 9 años. Los participantes que bebían 5 o más tazas llevaban fumando bastante más tiempo que los de las demás categorías.

Mediciones de los telómeros y conclusiones principales

Los investigadores midieron la longitud de los telómeros utilizando glóbulos blancos (leucocitos) de muestras de sangre. Los resultados mostraron diferencias notables entre los cuatro grupos con distinto consumo de café, que según los investigadores formaban una curva en forma de J.

En comparación con los participantes que no tomaban café, los que consumían entre 3 y 4 tazas al día tenían telómeros más largos. Esta correlación no se produjo en el grupo que bebía 5 o más tazas. Los participantes que consumían 4 tazas diarias tenían longitudes de telómeros que correspondían a una edad biológica unos 5 años inferior a la de los no bebedores de café. Esta evaluación tuvo en cuenta la edad, el sexo, la etnia, el consumo de tabaco, el tipo de trastorno mental y los tratamientos actuales.

Explicaciones biológicas y limitaciones del estudio

Al tratarse de un estudio observacional, los autores subrayan que no puede establecerse una relación directa de causa y efecto. También señalan que carecían de detalles sobre varios factores potencialmente importantes, como el tipo de café consumido, el momento del consumo, el contenido exacto de cafeína y si los participantes tomaban otras bebidas con cafeína.

No obstante, los investigadores apuntan varias explicaciones posibles. El café contiene potentes compuestos antioxidantes y antiinflamatorios que pueden ayudar a proteger las células de los daños relacionados con el envejecimiento. “Los telómeros son muy sensibles al estrés oxidativo y a la inflamación, lo que subraya aún más cómo el consumo de café podría ayudar a ralentizar el envejecimiento celular en una población cuya fisiopatología puede predisponerla a un envejecimiento acelerado”, explican.

A pesar de sus posibles beneficios, los investigadores advierten de que “consumir una cantidad de café diaria superior a la recomendada también puede provocar daños celulares y acortamiento de los telómeros a través de la formación de especies reactivas del oxígeno”, y reiteran que las autoridades sanitarias internacionales recomiendan limitar la ingesta diaria de cafeína a un máximo de 400 mg/día (4 tazas de café).

Un estudio relaciona el consumo de café con un menor riesgo de mortalidad por cualquier causa; los beneficios disminuyen por los aditivos

En un estudio observacional anterior, investigadores de la Gerald J. and Dorothy R. Friedman School of Nutrition Science and Policy de la Universidad Tufts descubrieron que la asociación entre el consumo de café y el riesgo de mortalidad varía en función de la cantidad de edulcorantes y grasas saturadas que se añaden a la bebida.

El estudio, publicado en línea en la revista Journal of Nutrition, halló que el consumo de 1-2 tazas de café con cafeína al día se asociaba con un menor riesgo de muerte por todas las causas y de muerte por enfermedad cardiovascular. El café solo y el café con bajo contenido en azúcares añadidos y grasas saturadas se asociaron a un riesgo un 14% menor de mortalidad por todas las causas en comparación con el no consumo de café. No se observó la misma asociación en el caso del café con alto contenido en azúcares añadidos y grasas saturadas. Los beneficios para la salud del café pueden deberse a sus compuestos bioactivos, pero esta investigación sugiere que la adición de azúcar y grasas saturadas puede reducir los beneficios para la mortalidad.

El estudio analizó datos de nueve ciclos consecutivos de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición (NHANES) de 1999 a 2018, que se vincularon a los datos de mortalidad del Índice Nacional de Defunciones. El estudio incluyó una muestra representativa a nivel nacional de 46.000 adultos mayores de 20 años que habían completado registros dietéticos válidos de 24 horas para el primer día. El consumo de café se clasificó por tipo (con o sin cafeína) y contenido de azúcar y grasas saturadas. Los resultados de mortalidad incluyeron todas las causas, cáncer y enfermedades cardiovasculares. El bajo contenido de azúcar añadido (azúcar granulado, miel y jarabe) se definió como menos del 5% de las necesidades diarias, lo que equivale a 2,5 gramos por taza o aproximadamente media cucharadita de azúcar. El bajo contenido en grasas saturadas (procedentes de la leche, la nata y la leche semidesnatada) se definió como el 5% de las necesidades diarias, es decir, 1 gramo por taza o el equivalente a 5 cucharadas soperas de leche al 2%, 1 cucharada sopera de nata líquida o 1 cucharada sopera de leche semidesnatada.

En el estudio, el consumo de al menos una taza al día se asoció con un 16% menos de riesgo de mortalidad por todas las causas. Para 2-3 tazas al día, esta asociación aumentó al 17%. El consumo de más de tres tazas al día no se asoció con una mayor reducción, y la asociación entre el consumo de café y un menor riesgo de enfermedad cardiovascular se debilitó cuando se consumieron más de tres tazas al día. No se encontró ninguna asociación significativa entre el consumo de café y la mortalidad por cáncer.

“Pocos estudios han examinado cómo los suplementos de café podrían afectar a la asociación entre el consumo de café y el riesgo de mortalidad, y nuestro estudio es uno de los primeros en cuantificar cuánto edulcorante y grasa saturada se añaden”, dijo el autor principal Bingjie Zhou. Las limitaciones del estudio incluyen el hecho de que incluso los datos de recuerdo comunicados están sujetos a errores de medición debido a las fluctuaciones diarias en la ingesta de alimentos. La falta de asociaciones significativas entre el café descafeinado y la mortalidad por todas las causas podría deberse al bajo consumo en la población estudiada.

Qué hay que tener en cuenta al consumir café

A pesar de los muchos beneficios potenciales del café, hay aspectos en los que es importante la moderación:

  • Se recomienda un consumo moderado: Los estudios que encuentran efectos positivos suelen partir de unas 3-5 tazas al día. Un consumo excesivo de café puede tener -dependiendo de su tolerancia- efectos negativos como trastornos del sueño, nerviosismo o estrés cardiovascular.

  • Elmétodo de preparación marca la diferencia: el café sin filtrar puede contener ciertas sustancias (por ejemplo, diterpenos) que pueden aumentar los niveles de colesterol LDL, lo que puede relativizar los efectos positivos.

  • No lo considere un sustituto de un estilo de vida saludable: El café puede tener un cierto efecto protector, pero no sustituye a una dieta equilibrada, al ejercicio físico, a unas horas de sueño suficientes y a un entorno saludable.

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