El bloqueo del flujo sanguíneo favorece el crecimiento del cáncer

Según un nuevo estudio de NYU Langone Health, la interrupción del flujo sanguíneo puede provocar el envejecimiento prematuro de la médula ósea y debilitar la capacidad del sistema inmunitario para combatir el cáncer. El estudio, publicado en JACC-CardioOncology, demostró que la isquemia periférica -una restricción del flujo sanguíneo en las arterias de las patas- hacía que los tumores de mama crecieran el doble de rápido en ratones en comparación con ratones sin restricción del flujo sanguíneo. Estos resultados se basan en un estudio realizado en 2020 por el mismo equipo, según el cual la isquemia durante un infarto de miocardio tiene el mismo efecto.

Relación entre las enfermedades cardiovasculares y el crecimiento del cáncer

La isquemia se produce cuando los depósitos de grasa, como el colesterol, se acumulan en las paredes de las arterias, provocando inflamación y coágulos que restringen el flujo de sangre rica en oxígeno. Cuando esto ocurre en las piernas, causa arteriopatía periférica, que puede aumentar el riesgo de infarto o ictus. Nuestro estudio demuestra que la alteración del flujo sanguíneo favorece el crecimiento del cáncer con independencia del lugar del cuerpo en el que se produzca”, afirma Kathryn J. Moore, doctora y catedrática Jean y David Blechman de Cardiología del Departamento de Medicina de la División de Cardiología Leon H. Charney de la Universidad de Roma.Esta asociación entre la enfermedad arterial periférica y el crecimiento del cáncer de mama subraya la importancia de abordar los factores de riesgo metabólicos y vasculares como parte de una estrategia integral de tratamiento del cáncer. Es importante señalar que el equipo de investigación descubrió que la reducción del flujo sanguíneo desencadena un cambio hacia poblaciones de células inmunitarias incapaces de combatir eficazmente las infecciones y el cáncer, en consonancia con los cambios que se producen con la edad.

Para investigar los mecanismos subyacentes a la relación entre enfermedad cardiovascular y crecimiento del cáncer, los autores del estudio desarrollaron un modelo de ratón con tumores de mama e indujeron isquemia transitoria en una pata trasera. A continuación, el equipo comparó el crecimiento del cáncer en ratones con y sin trastornos circulatorios. Sus conclusiones se basan en la naturaleza del sistema inmunitario, que ha evolucionado para atacar bacterias y virus invasores y reconocer y eliminar células cancerosas en condiciones normales. Estas funciones protectoras se basan en reservas de células madre en la médula ósea que pueden activarse cuando sea necesario para producir importantes poblaciones de glóbulos blancos a lo largo de la vida.

Nuevas estrategias de prevención y tratamiento del cáncer

Normalmente, el sistema inmunitario responde a las lesiones o infecciones aumentando la inflamación para eliminar las amenazas y disminuyéndola para evitar daños en el tejido sano. Este equilibrio se mantiene gracias a una mezcla de células inmunitarias que activan o suprimen la inflamación. Los investigadores descubrieron que la reducción del flujo sanguíneo altera este equilibrio. Reprograma las células madre de la médula ósea para que produzcan preferentemente células inmunitarias “mieloides” (monocitos, macrófagos, neutrófilos), que amortiguan la respuesta inmunitaria, al tiempo que reducen la producción de linfocitos como los linfocitos T, que contribuyen a una fuerte respuesta antitumoral. El entorno local dentro del tumor mostró un cambio similar, acumulando más células inmunosupresoras -incluidos monocitos Ly6Chi, macrófagos tipo M2 F4/80+ MHCIIlo y linfocitos T reguladores- que protegen al tumor del ataque inmunitario.

Otros experimentos demostraron que estos cambios inmunitarios son duraderos. La isquemia no sólo alteró la expresión de cientos de genes y puso a las células inmunitarias en un estado más tolerante al cáncer, sino que también reorganizó la estructura de la cromatina -el andamiaje proteico que controla el acceso al ADN-, dificultando a las células inmunitarias la activación de genes implicados en la lucha contra el cáncer. “Nuestros hallazgos revelan un mecanismo directo por el que la isquemia favorece el crecimiento del cáncer al reprogramar las células madre de forma similar al proceso de envejecimiento y promover la tolerancia inmunitaria”, afirma la primera autora, la doctora Alexandra Newman, becaria postdoctoral en el laboratorio del Dr. Moore. Estos hallazgos abren nuevas estrategias de prevención y tratamiento del cáncer, como el cribado precoz en pacientes con enfermedad arterial periférica y el uso de terapias que modulen la inflamación para contrarrestar estos efectos”. En el futuro, el equipo de investigación espera participar en el diseño de ensayos clínicos para comprobar si las terapias existentes dirigidas a la inflamación pueden contrarrestar los cambios post-isquémicos que favorecen el crecimiento tumoral.

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